Estoy escandalizada. El pasado miércoles en el pleno del Ayuntamiento de Donostia, los concejales del PNV y el PSE votaron en contra de una serie de medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos frente a las afecciones que se derivarán de las obras del Basque Culinary Center GO en Manteo, relacionadas con suelos contaminados con amianto u otros tóxicos, itinerarios seguros para escolares ante el tráfico de camiones e impacto acústico.

No solo las medidas solicitadas son de sentido común, sino que además es que así lo exige la ley. Parece que el gobierno municipal, obcecado en sacar adelante sea como sea el proyecto del Basque Culinary Center en Gros, no se ha enterado de que la adopción de estas medidas no va contra él: lo más que pueden hacer es retrasar un poco los plazos previstos, pero prefiere poner en riesgo a la población e incluso recurrir en ilegalidades antes de ralentizar lo más mínimo el vertiginoso ritmo al que avanza el proyecto. ¿Tanto poder tiene la prestigiosa Fundación?