Paula Mas

El cambio climático es clasista

Cuatro cubos diferentes de reciclaje, un cepillo de dientes de bambú, huevos de granja ecológica o, una de las últimas, las pajitas de cartón. Con pequeños hábitos podemos proteger al medio ambiente o eso es lo que nos cuentan. Compra ropa de segunda mano, ¿acaso no sabes cuántos litros de agua se necesitan para fabricar unos vaqueros?

Es curioso que el discurso medioambiental siempre gira en torno al individualismo, al consumo responsable. Resulta vergonzoso que un multimillonario pueda usar un jet privado para un trayecto de veinte minutos o que el propio entrenador del PSG se eche a reír de la posibilidad de sustituir los viajes en tren en lugar de avión. Quizás sea así y las grandes multinacionales o la gente con potencial monetario suficiente no daña al ecosistema porque el cambio climático se combate con pequeños hábitos. El cambio climático es clasista.

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