M. Estela Mencía, Mikel Peluaga, Marta Martínez, Aitziber Gurutzeaga, Xabi Cano, Nerea Gil, Lola Boluda, Xabier Ximenez e Iker Jauregi

En Donostia, las niñas y los niños molestan

Y la gente joven también. Somos un grupo de madres y padres del barrio donostiarra de Egia. Nuestros hijos e hijas, de entre 8 y 14 años, suelen estar jugando, por la mañana o por la tarde, en la pista deportiva de la plaza Blas de Otero (debajo de la torre de Atotxa), a basket o futbito. También charlan, porque este sitio se ha convertido en un lugar de encuentro para ellos y ellas. Estamos, por tanto, ante un espacio para hacer deporte, para disfrutar de manera saludable del tiempo libre, para fortalecer las relaciones y para hacer nuevas amigas y amigos. Fenomenal, ¿no?

Pues no: desgraciadamente, el Gobierno Municipal de PNV y PSOE ha decidido quitar la pista de debajo de la torre de Atotxa. ¿Por qué? Escuchad bien: porque nuestras hijas e hijos «meten ruido». Quisiéramos preguntar al alcalde Eneko Goia qué tipo de ruido hacen niños y niñas o jóvenes de entre 8 y 14 años cuando juegan en la pista, a futbito o basket, en el horario establecido por el propio Ayuntamiento. Quisiéramos preguntarle qué deben hacer si no pueden jugar en la calle (porque generan «molestias»); si deben quedarse en casa o si deben salir de Egia o Donostia para poder hacerlo. Una vez que retiren la pista deportiva, ¿también les van a prohibir andar en la plaza Blas de Otero? Dicen que alguna vez se han producido balonazos fuera de la pista, pero eso se soluciona de manera muy fácil colocando una red. Pero quitar la pista deportiva...

Y el Gobierno municipal dice que sí, que la va a quitar. Nos parece una auténtica barbaridad. No sólo por el servicio que da esta infraestructura al barrio de Egia, sino también por la lógica absolutamente preocupante que esconde. ¿Qué tipo de ciudad estamos construyendo si los niños y niñas y la gente joven no pueden jugar en la calle? ¿Qué tipo de ciudad queremos, si preferimos que estén en casa o los expulsamos de su barrio? ¿Qué tipo de ciudad estamos haciendo, si su risa es insoportable?

Y la guinda del pastel es que la instalación de esta pista deportiva se aprobó en un proceso participativo que realizó el propio Ayuntamiento, hace tres años, con vecinos y vecinas y agentes sociales de Egia.

Queremos realizar una solicitud clara a Eneko Goia: que realice las mejoras oportunas en la pista deportiva de Blas de Otero, pero que no la retire. Queremos recordarle que nuestros niños y niñas, nuestras jóvenes, son nuestro tesoro y que muy mal haremos si les tratamos como si fueran una molestia.

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