Josemari Lorenzo Espinosa

Fiestas de sangre

Un buen editorial. Bastante bueno, sobre los problemas que plantean los fiestas. Y sobre todo, san Fermín, la fiesta de las fiestas (¿vascas?). Pero faltan algunas cosas, como la instrumentalización que hace el poder con estos desahogos, concedidos al pueblo trabajador. Su origen medieval, de recompensa a los aldeanos por la plusvalía extraída durante el año. Y su embrutecimiento, que no puede seguir siendo invisible. No solo en el caso de las agresiones sexuales o del alcohol, sino también por el acuchillamiento salvaje y gratuito de animales (toros). Inaudito que no sepamos divertirnos sin torturar animales y que la fiesta vaya unida siempre a ello. La izquierda sigue sin tener arrestos para condenar y exigir la desaparición de esta barbaridad de antiguo régimen. No vaya a ser que la derecha se aproveche de tanto sentimentalismo, en las próximas elecciones.

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