Angel Irigoras Ormazabal

¡Franco, presente!

Perdón, quiero decir que el ideario y el poder franquista sigue muy presente a nuestro alrededor (precariedad laboral, pensiones, pobreza, injusticia, Altsasu, Catalunya…). Ahora, a punto de cumplirse 44 años de que el susodicho muriera en la cama y como de nuevo tenemos elecciones se habla de la momia, de sus símbolos… y en eso, desde Gogora (GV), nos recuerdan que en Gipuzkoa, solo son tres municipios (?) (Donostia, Elgoibar y Urnieta) los que tienen símbolos franquistas. En mi pueblo, Zegama, como varias veces he comunicado, entre otros a Gogora, al Ararteko… a noviembre de 2019, también hay símbolos franquistas, como una placa (en su antigua calle) recordando al insigne músico Sr. D. Juan Telleria Arrizabalaga, ilustre compositor cegamés de, entre otros, el Cara al Sol, himno falangista por antonomasia. También tienen, en el cementerio municipal, una placa homenaje (retirado de la pared de la iglesia a mediados de los años 80) al fundador de la falange, el Sr. D. José Antonio Primo de Rivera, junto a los caídos por Dios y la Patria.

Independientemente que Franco siga siendo, tal vez, alcalde honorario de Zegama (como en decenas de pueblos de Hego Euskal Herria, basta con ver los plenos del verano de 1949). Pero, también tiene desde hace 83 largos años a cinco muertos a tiros por los franquistas (tres fusilados: Gregorio Sarasola, en Ormaiztegi; Eugenio Azurmendi, en Tolosa y Zelestino Arrondo en Aizpurutxo; un muerto en el frente de Otxandiano, Gregorio Arizkorreta y otro Sánchez Cordero, maquis muerto a tiros en el monte Aratz y enterrado en nuestra localidad), a día de hoy sin reconocimiento oficial por parte del grupo mayoritario del Ayuntamiento.

Personalmente no me molesta que sus seguidores sigan manteniendo sus símbolos, pero si me molesta y les pido que los demás ciudadanos también podamos tener los nuestros y a nuestros familiares y vecinas y vecinos asesinados o represaliados. La lista es larga: los cinco anteriormente mencionados o los más de 160 presos del Batallón de Trabajadores, identificados que les tuvieron presos-esclavos en el penal de Cegama para la construcción de la carretera del apeadero del tren; los más de 30 vecinos que estuvieron presos en las escuelas nacionales; las decenas de vecinas y vecinos que estuvieron presos fuera del pueblo, las personas despedidas de su puesto de trabajo, a las que les cortaron el pelo… Al menos que sean reconocidas por el Ayuntamiento las personas ya identificadas, personalmente y públicamente también en su pueblo; como lo han sido los cuatro muertos a tiros anteriormente mencionados (excepto el maquis) en diversas administraciones: Legazpia, Tolosa, Olazti, Gobiernos Vasco y Navarro, Euskal Memoria, Aranzadi, Intxorta org... entre otros. Por cierto, las placas que pusimos en memoria de las personas represaliadas si fueron retirados inmediatamente por orden del Ayuntamiento. Ahora que Aranzadi ha empezado a recoger la repercusión del golpe de Estado del 36 en Zegama esperemos que la parte mayoritaria del Ayuntamiento reconozca personal y oficialmente a nuestros familiares y vecinas y vecinos fusilados y demás personas represaliadas y a las que puedan aparecer. Aunque hasta ahora a los familiares no nos han reconocido, después de 83 largos años, cuando menos, en el camino de la memoria, verdad, justicia y reparación debería llegar un reconocimiento  ¿Qué? Está o no, ¡Franco Presente!

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