Enric Vivanco Fontquerni, Barcelona

Glasgow y el lago Ness

La erupción de un volcán en una zona poblada, es la mejor parábola de lo ya sucede e irá indefectiblemente en aumento. La naturaleza traza su camino a pesar de los humanos idiotas, que no se enteran de nada. La pandemia, no se acabará nunca, por muchos pinchazos diarios, que vayan haciendo. La pandemia, es principalmente debida a una forma de relación, que ni los no humanos, más tontos hacen. Cómo no se puede considerar un atentado contra la vida, el subvencionar una línea aérea, para que depredadores sin la menor responsabilidad, vayan a esquiar al Pirineo, para ensuciar todo lo que puedan nuestro hábitat. Dinero público, indecentemente gastado para acelerar el deterioro climático.

Ejemplos hay a miles, regalar billetes para trenes ultrarrápidos, que pagan todos los que no van, subvencionar el combustible de los aviones de pasajeros, que se han convertido en el vector junto con el coche privado, peor que todos los campos de concentración juntos, que ha existido en la historia de la humanidad, ya que los muertos, y enfermedades, se reproducen a cada segundo, y va en incremento. Se han liberado unos peajes en el Principat, y lo que sucede es que las colas han aumentado, con el consiguiente incremento de la contaminación. Los humanos no dan para mucho más. El espectáculo grotesco de lo que va a suceder en Glasgow, para que arribistas salvadores de la humanidad, vayan dando lecciones del problema medio ambiental, no tienen mejor idea que concentrarse durante unos días miles de personas, generando una huella ecológica inmensa, para dar el ejemplo, y así podrán visitar al monstruo del lago Ness, para pavonear sus teorías desde las organizaciones subvencionadas por fondos de inversión, y por industrias depredadoras. Todo este viaje turístico, se podría realizar desde las sedes correspondientes, para evitar precisamente el problema que se lo toman a pitorreo. Es imposible solucionar la cuestión.

Ahora el gran invento, para que circulen centenares de millones de motores eléctricos, es fabricar centrales atómicas portátiles, como compresores. Macron, es un entusiasta de esta solución, solo hay que esperar que estallen como los innumerables accidentes que tienen los submarinos atómicos. En fin, es imposible que esta civilización no desaparezca, ya que cada idea nueva, es peor que el funcionamiento actual.
    
Atentamente,

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