Estamos transitando por una situación que hace pocos meses era impensable, a pesar de los avisos que hace 50 años, desde los distintos ámbitos del conocimiento, enviaban mensajes de alarma para poder rectificar los diversos disparates desde el ámbito económico, en infraestructuras, en movilidad, y en consumo se estaba produciendo. Ya no puedo más de tanto infantilismo, y tanta piratería de los medios de comunicación ya que su comportamiento, es criminal y mafioso, como una portada de El Periódico, que siempre ha estado involucrado en las cloacas del Estado, que en la primera página incentiva la revuelta de las pymes, y por si no fuera poco, hace un recordatorio nauseabundo del fin de la organización armada, sin el menor contexto histórico. Todos los gremios están pidiendo compensaciones, para salvar sus negocios. Todavía estoy esperando el análisis del por qué hemos llegado a esta situación, que se debería conocer hasta la extenuación, y muchos de estos gremios son responsables directos de la misma. Hay que recordar que estamos en un sistema capitalista, y el que monta un negocio si le va mal, ya sabe lo que tiene que hacer, que es bajar la persiana. El Estado, no se ha de preocupar de los dueños de los negocios, sino de los asalariados nada más. Este es el sistema económico que la inmensa mayoría está encantada de la vida, pues que asuman su responsabilidad, y dejen de dar la tabarra. Aquí se mezcla, los dueños con los asalariados, esto es querer mezclar el aceite, con el agua, no son miscibles.

No estoy de acuerdo que se haga ninguna ayuda directa a los dueños de los negocios. Se ha de proteger a los trabajadores, y a sus familias, y facilitar la formación para que puedan desempeñar otras actividades. Aquí se está confundiendo todo, de manera planificada, contra la menor posibilidad de cambio. Se está anestesiando a la población para que todo siga como si tal cosa. Ahora es el momento, ya que es una necesidad de supervivencia, iniciar con la mayor rapidez posible cambios estructurales. Los gobiernos europeos, están recibiendo todos críticas similares, cuando hay matices en las medidas que están tomando cada uno de ellos.

Hay un hilo conductor que ata a toda la ciudadanía del continente para que no se nos ocurra exigir cambios en profundidad del modelo económico, social y político, que es una evidencia que no está funcionando. Por favor, no seamos ingenuos, los recursos no deben de ir al capitalista, solo a los asalariados.