El imperialismo que nació con el ser humano se desarrolló a lo largo de la historia y actualmente goza de una fuerza incontenible. Se caracteriza por su capacidad de adaptación, aunque todos experimentan un proceso inexorable de nacimiento, desarrollo, apogeo, degradación y ocaso. Cada uno tiene un proceso de gestación singular, pero siempre finalizan desapareciendo. Todo pueblo aspira a crear su imperio, pero pocos lo consiguen; como Roma, Cartago, Grecia, España, Bizancio, Turquía, aparte los orientales. Los actuales existentes, los denominados «maduros» todos se hallan en crisis previa a su desaparición. Son el Imperio Británico, Rusia-URSS o EEUU, que luchan por todos los medios para supervivir ante la irrupción de los emergentes, provocando una tormenta perfecta en la geoestrategia planetaria declarando guerras invasivas a quienes no aceptan los cambios, piden explicaciones y revisan los principios de derecho internacional que declararon inmutables, pero que cambian en función de los nuevos proyectos de los imperios nacientes. El fenómeno de China se caracteriza por su capacidad innovadora en todos los ámbitos. Rebajan los precios de los productos básicos, mejora la calidad, revoluciona la tecnología popularizándola, impidiendo a los «maduros» competir con el «fenómeno China» que está sometiendo a una competencia ruinosa a USA, Rusia y ridiculizando a la UE que no se sabe si saldrá de la crisis. Cómo estará, que España se ha puesto al frente de la cuna de los imperios como el inglés, alemán, francés y otros menores. Es esperanzador el espectáculo de USA defendiendo sus despojos liderado por el clown-Presidente Trump que se está postulando para el Premio Nobel de la Paz, y en su fantasía está agravando la crisis contradiciendo sus propias decisiones que benefician a China, que ve cómo pasa el cadáver de su enemigo sin que perturbe la cosecha de frutos maduros que le caen. China no parece que entre en la dinámica de autodestrucción, pues su filosofía se orienta a que sus avances tecnológicos y sociales creará un nuevo orden mundial de paz sin armas y respeto a la naturaleza que es nuestro hogar.