Humanidad secuestrada
Bueno, pues hace cinco años que mi salud mental me tiene secuestrado. Y no os creáis lo que dicen que se hace más caso y hay más medios. No es verdad.
Si tienes una salud mental tocada, la sociedad intenta evitarte. El sistema te culpa de tu problema y estás solo en un mundo de sufrimiento. Sí, hay terapias, medicación que ayudan, pero no son más que parches que a veces ni funcionan.
Más cultura de formación es lo que hace falta, ayudaría a entender y evitar mucho sufrimiento. Por eso, para la salud mental la mejor prevención es la formación, la cultura del conocimiento del medio y lo más importante, enseñar desde pequeño en los colegios a trabajar la empatía. Con eso conseguiríamos una sociedad más sana, feliz y colaborativa.
La salud mental no es problema del individuo, es un problema colectivo, pero el sistema capitalista, nos ha hecho responsables a cada uno. Y es la ley de la selva, si no sufres, suerte, y si no, búscate la vida y, en muchas ocasiones, la gente no tiene esa oportunidad.
La salud mental se puede trabajar de muchas formas: evitar la soledad, crear grupos de actividades... Hay mil formas para poder superarlo. Pero el mismo sistema destructivo nos ha convertido en máquinas autónomas que no miran más allá del suelo que pisan.
¿Os acordáis de “1984”, de George Orwell? «Una dictadura totalitaria interfiere hasta tal punto en la vida privada de los ciudadanos que resulta imposible escapar a su control». Pues esto es una novela que presenta una distopía. Desgraciadamente se ha convertido en una realidad.
Pues esto que comento de la novela George Orwell se puede aplicar perfectamente a la salud mental.
Gracias por leerme (a los que lo hagan, claro)
Y recordad, la empatía y la solidaridad entre personas pueden ayudar al mundo a estar más sano.
¡Salud para todos!