Felipe Malo Mozo

Indignados resignados

Los días avanzan, y cada mes que pasa el cansancio se hace más colectivo. De la indignación pasaremos a la resignación, y las personas se retirarán a sus casas fieles a un toque de queda que nadie decretó.
Nos quieren prohibir enfermar, nos quieren hacer volver a la pluma y al tintero, y el que haga un tachón será penalizado. El gobierno es una embajada de los especuladores y secuaces, que juegan con nosotros como si fuésemos marionetas. No debemos rendirnos ni caer en la desesperación de creer que con el caos nos beneficiemos todos. La indiferencia ante lo evidente, la ausencia de acciones ciudadanas, la desesperanza… Como ya no esperamos nada bueno ya no nos sorprende lo malo… Cada uno intenta sobrevivir como puede, y se refugia en su casa y en su vida privada. Europa se desangra, y su leucemia es el euro. Luchemos por salvar nuestro país de una dictadura financiera, y que los colores políticos se destiñan todos en uno.
Rebelémonos y no dejemos que nos sometan; el que hoy se sienta cómodo que piense que sus hijos y nietos vivirán las secuelas de esta pesadilla agónica… Y para más humillación quien se rebele será encarcelado en una dictadura democrática.

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