Enric Vivanco Fontquerni

Juana Dolores Romero Casanova

El cansancio es una emoción que nos hace humanos, que está ligado a la melancolía, a una tristeza pasajera, que con la voluntad se supera, pero el trayecto siempre es doloroso. La situación política en el Principat, ligada a los problemas, sociales, económicos, culturales, a escala nacional, y planetaria, como no hay marcos de referencia solventes en los medios de comunicación, que se desmarquen y se impliquen en contar, y opinar, un mundo en guerra como el que vivimos, ya que se normalizan una serie de conflictos indignos por todos los continentes sin excepción, que nos aleja de la humanidad que deberíamos gozar. Por ello utilizo el ejemplo de una mujer de 31 años, catalana, poeta, artista, pero por encima de todo es una mujer, que sufre y explicita sin complejos el dolor que deberíamos sentir todos ante esta situación que es de miseria pura, ya que la exigencia por parte del poder hacia nosotros, nunca se la exigimos hacia ellos. En una entrevista en un programa de TV3, el 1 de junio, después de los resultados de las elecciones municipales, pudo expresar la escritora, el dolor y la rabia que experimentaba por unos resultados que cualquier persona con una mínima sensibilidad debería sentirse humillada y entristecida, viendo un futuro sin esperanza. Culpó a los medios de comunicación, en especial a los públicos del Principat, que comparto su opinión, que es un periodismo de supervivencia personal, siguiendo las consignas políticas. Ahora TV3, podría cerrar la sede de Sant Joan Despí, colocar un macro prostíbulo en su lugar, y largarse directamente a Madrid, ya que no dejan de informar constantemente de la metrópoli y de todos sus enanos, coronados, o sin coronar. La poeta exigía a los periodistas que opinasen de forma clara, profesional y con decencia, que culpabilizar a los que votan a Vox, no es un delito de la clase trabajadora, y añado que sufre y que su futuro pende siempre de un hilo. Su libro, que era el objeto de la entrevista en aquellos momentos, mencionó que no le importaba nada, que podía caer un meteorito que arrasase la librería insignia de esta cultura catalana, que solo la defienden a los que aceptan todo este tinglado y que margina al resto. Sí, utilizó un lenguaje que los que aspiran a burgueses, inmediatamente se sienten ofendidos, y lo consideran grullero, como si la buena educación estuviese unida a la miseria que ellos provocan. Afirmó que había ganado: «el puto viejo de Trías». Pertenezco a esta taxonomía por edad, y mi corazón inmediatamente se rejuveneció, ya que todos los políticos de ahora, y la política que implementan, cuando estaban en el claustro materno, ya eran unos putos viejos. También aludió que el cáncer de la clase trabajadora era los socialistas, algo tan evidente y palpable desde el primer día del felipismo, tramposo, y liberal, que se ha hecho millonario. Gracias, Juana Dolores.

Atentamente.

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