Javier Orcajada del Castillo | Bilbo

Jueces diezmileuristas

Queriendo hacer una comparación ocurrente con quienes tienen que arreglárselas con mil euros al mes, un tertuliano afirmó que los jueces en España son diezmileuristas, que cobran diez mil euros. Lo expresó como una genialidad inoportuna, pues el juego de palabras es sangrante al comparar los ingresos de los jueces con los de la inmensa mayoría de trabajadores con apenas mil euros y con contratos basura, lo les exige firmar 4,5 contratos al año de promedio. Es además cínico, pues los jueces gozan de contrato indefinido haya o no crisis. Lo curioso de los sindicatos de los jueces (les llaman asociaciones por pudor), es que han cogido el tranquillo al PSOE y le han planteado una serie de reivindicaciones que no hicieron cuando reinaba el PP. Ahora sus reivindicaciones son algo más prosaico que la justicia favorezca a la ciudadanía o se demanden responsabilidades judiciales por resoluciones de jueces contrarias a la ley o que mantienen a los que emiten sentencias manifiestamente contrarias a las leyes. Sus objetivos no confesados con la convocatoria de huelga es el aumento de sueldo, nombramiento de más jueces para trabajar menos y puedan dar clases particulares para sacar para gastos. Así que los juegos de palabras de los ocurrentes que hacen la ola a los jueces deberían respetar las reglas de cortesía y denuncien a los jueces del Supremo y Constitucional nombrados según su ideología y por defender las estructuras arcaicas de la justicia. Conviene no deslumbrarse con los jueces autodenominados progresistas, pues al final sus sentencias no se distinguen de las de los franquistas y carecen de coraje para defender el derecho que asiste a los catalanes a votar en un referéndum de autodeterminación. Si realmente quisieran mostrar que son progresistas, deberían arriesgar y denuncien comportamientos corporativos de los organismos judiciales superiores y convoquen la huelga contra las leyes injustas que saben que en Europa serán impugnadas y sus sentencias revocadas. Que al menos sean capaces de intuir cuáles serán humillantes para justicia española.

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