Javier Orcajada del Castillo | Bilbo

Jueces: lecciones, las justas

El juez de la polémica sentencia que da lecciones a los virólogos ahora pide perdón; habrá que ver por mandato de quién, pues en la imagen que muestra ante las cámaras carece de la arrogancia con la que hizo su «mis en scène» al explicar su sentencia y produce cierta sensación de derrota. Y no tendría que pedirlo también la jueza Biurrun o el juez Aner Uriarte después de las sorprendentes apariciones ante los medios defendiendo con argumentos tan superficiales la sentencia del arrepentido juez Garrido? Ni tampoco debería aparecer ente la ciudadanía algún representante del Poder Judicial mostrando no compartir la opinión del juez que se atribuye el derecho a dar lecciones de medicina a los virólogos que son quienes están arriesgando sus vidas y rectifican los errores o ignorancia de los políticos y la arrogancia de las sentencias de jueces que piensan que son unos parvenus? Y quien repara el desprestigio que están acumulando las sentencias politizadas y mal redactadas por jueces incompetentes y soberbios de los tribunales españoles que son revocadas por tribunales internacionales? Se le abrirá expediente para depurar responsabilidades por el CGPD teniendo en cuenta que su legitimidad es más que dudosa al estar caducado desde hace casi tres años? El problema no son los jueces que emiten sentencias que favorecen siempre a los mismos, sin mostrar ningún rubor, son los que se expresan un talante demócrata que participan en tertulias en la prensa y dan una imagen amable que les aproxima a la ciudadanía, pero que a la hora de emitir sentencias tienen el mismo corte y condenan a las mismas penas que los que mantienen los principios de ser los vigilantes de la ortodoxia de los jueces bíblicos o de la Inquisición. Proverbio chino: «el órgano principal de los jueces es el ombligo».

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