Gerardo Hernández Zorroza

La educación y nuestros dones y talentos

La Educación de nuestros niños y niñas, además de precisar del aprendizaje de ciertas materias consideradas importantes –que no digo no lo sean ni que no haya que impartirlas–, implica no descuidar la labor fundamental del maestro: estar atento y extraer (ex-ducere del latín, de dónde procede el término educación) eso que traemos todos a esta vida, que le da además sentido: en términos que suele utilizar Emilio Carrillo, nuestros dones y talentos especiales.

Todo es mucho más fácil si empezamos por ahí, y damos prioridad máxima a esa función del maestro; liberándolo al mismo tiempo de algunas funciones secundarias hipertrofiadas, así como de esa presión social que insiste en el «control» y la búsqueda de «resultados».

 

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