María Esparza Luri

La estética sin ética, la otra cara de la homogeneidad

La que suscribe, vendedora ambulante, desde hace 30 años montando puesto en Sanfermín, en Taconera y Bosquecillo, y en nombre de mis compañeros y compañeras también, quiero dar a conocer la grave decisión del Ayuntamiento de Pamplona a la hora de «homogeneizar» el mercado de Sanfermín.

Queda muy bonito decir que se renueva la imagen del mercado, sí, pero ocultamente se han cargado de un plumazo más de 45 puestos, el sustento de 45 familias que montaban puesto y que ahora vamos a quedar afuera, sin poder trabajar. Esto, por un lado.

Por otro lado, que después de reunirse varios vendedores con el señor Labairu, concejal de Protección ciudadana, para ver qué nos parecía el nuevo plan, y ante las objeciones, muchas, como el tamaño de los puestos, así como la colocación de los mismos en el medio de las calles, el ayuntamiento ha hecho caso omiso de nuestras peticiones y lo ha hecho a su manera, sin la menor ética. Pongo como ejemplo la feliz idea de poner los puestos de la Taconera, en el medio, en vez de los laterales, sobre lo asfaltado, haciendo que la gente tenga que pasar por la zona de tierra, levantando un inmenso polvazal que mancha constantemente nuestro género. La profundidad que reducen a dos metros, cuando antes era mucho mayor, y que no deja espacio suficiente para una buena exposición del producto y movilidad dentro del puesto. Quitar puestos para agrandar los de la calle Bosquecillo, etc. Pero eso no le importa al señor Labairu, no, solo le importa la estética y claro, el dinero.

Eso sí, el coste de su estética la tenemos que pagar aparte nosotras, aparte del importe de la subasta que la mayoría pagamos más de 1.000 euros, hay que sumarle el alquiler de las carpas de 325 a 375 euros más, lo que supone un encarecimiento del puesto inasumible para la mayoría, pero eso, «pecata minuta».

A día de hoy, sin salir aún el condicionado, claro, que vienen elecciones, se publica en la web del ayuntamiento la bonita homogeneización, de cara a la galería, pero no dicen nada del coste y perjuicio que supone para los y las vendedoras.

Bonita homogeneización, a ver quién da más por conseguir un puesto. Una auténtica vergüenza.

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