Hemos visto numerosos episodios bochornosos en el fútbol español donde algunos futbolistas se han visto atacados por su color de piel. El caso de Vinicius Júnior, futbolista que escuchó como cientos de aficionados del Atlético de Madrid le llamaban «mono», es el último capítulo, por ahora, del racismo implícito en el fútbol español. Aun así, no fue suficiente ni para expulsar a los responsables ni para suspender el encuentro. Sin embargo, en la historia de La Liga sí que se ha llegado a suspender un partido por insultos a un jugador, aquel en el que todo el Estadio de Vallecas le recordó a Zozulia lo que era: un nazi. Efectivamente, la supuesta mejor liga del mundo es aquella en la que cientos de episodios racistas nunca fueron suficientes para detener un encuentro pero sí una vez donde a un jugador vinculado con un grupo de ideología xenófoba le llamaron «nazi».