Jon Odriozola

La OTAN cena en el Pardo

La verdad es que no sabía que se pudiera cenar en la pinacoteca. Pero el titular es brutal, titilante, un oxímoron.

Pensar en cómo Alberti, María Teresa León y otros imprescindibles cuidaron, protegieron y trasladaron muchos cuadros del Museo para no ser despedazados por la aviación franquista en la guerra, y ver hoy a sus descendientes, con bigote nazi o no, comiendo un bacalao con limón, con, además, el militante oportunista chef José Andrés, pues, aparte de asco, empalaga.

La célebre cena cinematográfica de "Viridiana", con pordioseros, menesterosos en plan albricias, vale más que la de estos criminales y asesinos.

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