Manu Ballesteros

La propiedad conmutativa y la política

Las definiciones política no tiene la propiedad conmutativa, aquella que dice que «el orden de los factores no altera el resultado final», debido a que la aceptación no es la misma si te describes primero por un dato folclórica y aleatoria como es el nacionalismo, y después por tu definida ideología social. En este caso no se te cuestiona y tu aceptación es sencilla, poco exigente, un mero trámite, por supuesto todo ello ajeno a las críticas que recibas por identificarte con una u otra bandera. Pero si la exposición la haces al revés, primero te defines por tus pretensiones sociales y después por tus sensaciones nacionales, se te cuestiona desde el minuto uno, como si de un examen de aptitud se tratara, no se «tolera» muy bien si empiezas a definirte «libre pensador», como si los que anteponen el elaborado pensamiento individualista al arraigo físico que te ha tocado por casualidad, tuvieran que pagar un canon por salirse del tradicionalismo de rebaño.

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