El pasado sábado el director de GARA, Iñaki Soto, despidió el año con toda una página editorial titulada "Tiempo para educar nuestra resiliencia". Ya me gustaría saber cuántos lectores que leyeron ese titular entendieron esa modernísima palabreja «resiliencia». Me temo que muy pocos. Asimismo, en no pocas ocasiones, y también lo hace ese mismo director, se utilizan en los textos en castellano o en euskara términos ingleses o franceses que parecen «adornos» de quien parece que sabe otros idiomas, pero cuyo contenido no tiene por qué conocer el lector.

Labor de todo periódico y de cada periodista, y más quien se pretende popular y de izquierdas, es ser pedagógico y escribir de forma que el lector menos «entendido» sepa cuando lee cuál es el contenido de los términos empleados en cada crónica o artículo. Y el director, en sus artículos y editoriales, debería lógicamente dar ejemplo, ya que misión también suya es velar porque todo el periódico en su conjunto sea entendible e inteligible.

Menos resiliencias, menos cursilerías y adornos y más sencillez y pedagogía a la hora de escribir en un periódico que se debe a sus lectores que no tienen por qué estar mirando al diccionario cuando leen sus editoriales, crónicas y artículos. Y mucho más cuando se hace desde un diario que se pretende popular y de izquierdas.