Pilar Corraleño Iñarra y Antón Altamirano López, delegados de ESK

La UVI móvil de Gasteiz... ¿para cuándo?

En el último pleno municipal de Gasteiz, se decidió por mayoría, reclamar a Osakidetza, con carácter inmediato, la dotación de una segunda UVI móvil.

Para ESK, esto no es un lujo.  En la actualidad, los 253.000 habitantes de Vitoria cuentan con una sola ambulancia UVI móvil. Tener UVI móviles suficientes, significa recibir asistencia médica inmediata que puede salvarnos la vida y/o la función de algún órgano.

Para el departamento de Salud, parece que SÍ lo es. Pero apostar por este lujo concreto no es un capricho sino una inversión en la salud de la ciudadanía, inversión en la calidad de vida posterior a accidentes, a enfermedades, a secuelas, éste es el compromiso que deben a la ciudadanía.

Desde el sindicato ESK Emergentziak y como trabajadoras de estas UVI, llevamos años denunciando repetidamente esta situación, reclamamos una UVI móvil más (que podría ubicarse en el parque de bomberos de Nanclares de Oca) y que se recupere la ambulancia para traslados entre hospitales con base en Vitoria, que se suprimió hace ya doce años.

No es una reclamación caprichosa, sino por necesidad y por equidad y porque sabemos, al igual que los responsables de Emergencias, que una demora de más de diez minutos en una emergencia, ¡sí! es un problema para una persona gravemente herida.

Pero desde el Departamento de Salud, siguen mirando a otro lado con el argumento de que no es necesaria y que todas «están en red». No escucha a sus profesionales y apela a realizar estudios sobre la necesidad o no de más UVI móviles, olvidando que las emergencias médicas son situaciones que ocurren sin previo aviso y, en demasiadas ocasiones, NO hay recursos suficientes para cubrirlas.

El Departamento de Salud del Gobierno Vasco dice: «La salud es el bien más preciado y a nosotros y a nosotras nos corresponde el cuidado de la salud de todas las personas que viven en Euskadi...». Actúe según lo que predica y ponga más UVI móviles, no por capricho de sus profesionales ni de este humilde sindicato, sino, sencillamente, porque salvan vidas.

No sirven más excusas. 

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