César Fernández Rollán, Portugalete

Las queremos vivas

No doy crédito. Ignorante de mí, pensaba que un padre condenado en un juzgado por maltrato jamás podía encontrarse con sus hijos a solas. Y mucho menos tener su custodia. Pero no. En España la ley sí lo permite. Así que además de llorar a esos dos ángeles asesinados y a esa madre muerta en vida, víctimas de la violencia machista hay que poner foco en legislar urgente para prevenir más muertes de inocentes. Sin dilación. Es duro decirlo. Pero hoy estarían vivas. Ni una más. Si tocan a una nos tocan a todos.

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