Los unos contra los otros
A España nunca llegó la Revolución francesa ni siquiera la sensatez. Ha sobrevivido el Antiguo régimen maquillado. Las Cortes son la coartada. La soberanía de Cataluña persiste sometida a este absolutismo de campanario. A veces en Madrid no se sabe si reina Fernando VII o Felipe VI. Recuperar los nombres franquistas de las calles en Oviedo es un menor y triste ejemplo. Juan Carlos I, la mayor y más tragicómica evidencia. Los tribunales políticos, la Inquisición. La situación de nuestros políticos, la demostración palpable.
España ha sido siempre tierra de fusilados y exiliados, de indultos y amnistías para con escasas alternancias volver siempre al odio. Un odio siempre tergiversado por los mismos criminalizando el derecho de los pueblos y el de las personas.