Cuánto daño ha hecho el «si quieres, puedes», al no añadir el esfuerzo que hay que invertir para conseguir las cosas, sobre todo en el mundo sindical, social y político el deterioro ha sido demoledor. Se ha creado una sociedad de «zánganos» que lo quieren todo ya, sin mover un dedo y que son el caldo de cultivo de la extrema derecha y sus mentiras populistas tan bien engrasadas por los medios de comunicación afines, que son muchos, o de la pasividad política que es otro factor que hace muy fuertes a las facciones ultras, ya que en todas las ocasiones una amplia abstención es imprescindible y necesaria para que toquen poder.