Cada día son más las madres que denuncian el robo legal de sus hijos a manos de los servicios sociales de las distintas diputaciones forales.

Cada vez, más madres han perdido el miedo a denunciarlo a pesar de las presiones y chantajes que reciben de los servicios sociales o, incluso, de los centros de acogida o tutelados.

Centros privados que reciben unas cantidades muy importantes por cada niño tutelado.

Decir que estos mismos centros son los encargados de realizar los informes y valoraciones sobre los niños y sus familias y su vuelta al hogar familiar o no.

¿Cómo van a elaborar informes favorables para que los menores vuelvan a su casa con sus familias, con el dinero que reciben estos centros por ellos, de las diputaciones vía subvención de Europa?

Si el menor vuelve a su hogar, el centro no percibe dinero y sin dinero no hay negocio.

Todos conocemos los casos de los niños robados en el franquismo y años posteriores.

Antes eran las monjas y médicos quienes hacían negocio con los bebés, ahora son las Diputaciones y sus servicios sociales quienes trafican con los menores.