Las informaciones que nos llegan a través de los «miedos masivos de comunicación», que están en manos y sirven a las élites financieras y sus instrumentos de condicionamiento y presión, no informan, sino que asustan. Confunden casos con PCRs positivos, y no son fiel relato de la enfermedad por SARS—CoV-2, comúnmente conocido como covid-19, actual.
Sabemos que no es posible luchar contra sus planes, pero sí establecer los propios de cada uno y de una población que se aleja de sus manejos. Porque hay que comenzar a salir del aislamiento social y psicológico al que nos conducen, y crecer desde principios distintos al egocentrismo y la competitividad actuales; donde tengan cabida, además, sin engaño ya, la bondad (no el «buenismo») y la solidaridad propias del ser humano libre de miedo y no sometido al condicionamiento perverso actual.

Porque ir contra de nuestro sentido común es insano, y precisamos recuperar la acción consciente. Una Humanidad de soñadores libres es nuestro derecho, y nuestra aspiración el conocimiento y la evolución humana, liberados de la especulación y los viejos paradigmas que nos oprimen. Precisamos odres nuevos, porque los viejos están podridos, hasta las trancas.