El pasado miércoles leí que la nota media de los alumnos vascos en la Selectividad de este año ha sido 6,46. La noticia también decía que la nota ha disminuido «ligeramente» frente al 7,02 de 2020. Como profesora de segundo de Bachiller desde hace muchos años, he de aclarar que la nota media no ha bajado «ligeramente». El descenso ha sido importante y la nota media no solamente ha sido inferior a la del curso pasado sino que ha sido la más baja desde 2013.

Las razones podrían ser varias: los alumnos no han ido tan bien preparados como otros años debido a las duras condiciones en las que hemos tenido que trabajar este curso (frío, viento, cansancio por las mascarillas, alumnos confinados una y otra vez...), los exámenes no han sido tan fáciles como se había anunciado, los profesores que han corregido los exámenes de Selectividad han dicho basta y los han corregido de forma más estricta porque están hartos de la constante presión a la que se nos está sometiendo para corregir con manga ancha... Otro motivo podría ser que muchos alumnos con malas notas que antes de la pandemia se hubieran quedado a repetir curso o habrían ido con mucha suerte a la convocatoria de julio, este año han sido enviados alegremente a la primera convocatoria de Selectividad haciendo bajar con sus malos resultados la nota media de todos.

En fin, el dato objetivo está ahí y creo que el Departamento de Educación y la comunidad educativa en conjunto deberíamos reflexionar acerca de ello.