Koldo Campos | Escritor

Noticias que se dan la mano

A veces hay noticias que desde que se ven se dan la mano. Noticias que juntas se explican aún con más hondura y contundencia.

Días atrás era asesinado y descuartizado el periodista saudí Yamal Khashogui en el interior del consulado que la monarquía saudí tiene en Estambul. El cónsul saudí huyó a su país al igual que los sicarios que asesinaron al periodista. La policía turca cuenta con pruebas contundentes del atroz crimen, incluyendo una grabación de audio. Estados Unidos y Europa se dan por satisfechos con la promesa del rey Salmán de llevar a cabo una investigación completa y transparente. La monarquía saudí, sí, la misma que bombardea Yemen con las armas que le vendemos y sin la prudencia que le sugerimos, la misma que vulnera todos los derechos humanos, va a investigarse. El gran jefe blanco, visto para sentencia el caso, pone en boca del acusado su derecho a elegir la sentencia que más sea de su gusto… con la venia del tribunal que aplaude, de Su Santidad que calla y de los grandes medios que miran para otro lado. Hasta es posible que dentro de unos días, en cuanto los saudíes terminen de investigarse, sean identificados seis oportunos autores y decapitados con más velocidad de lo que yo invierto en escribirlo y ellos en negarlo o enterarse.

Esa era la primera noticia de ese circunstancial encuentro en el mismo día y en el mismo informativo de dos noticias complementarias, hechas para saberse, inseparables.

También días atrás, segunda noticia, el gobierno estadounidense utilizaba la sede de las Naciones para dar inicio a su campaña “Jailed for what” (¿Por qué encarcelados?) Estados Unidos acusa a Cuba, sí a Cuba, de vulnerar los derechos humanos. «¡Cuba sí, bloqueo no!» respondieron los cubanos.

¿Y por qué no dejar que el gobierno cubano investigue si vulnera o no los derechos humanos y, ya de paso, bloqueamos a la monarquía saudí? Aquí es donde estas dos noticias se dan la mano y uno apaga el televisor.

(Euskal presoak Euskal Herrira/ Llibertat presos politics/ Altsasu

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