El próximo 28 de mayo, tenemos una cita importantísima en las urnas, donde deberemos «dilucidar» cuales serán nuestros representantes para gobernar (esperemos con buen criterio) en algunas comunidades autónomas y totalidad de Ayuntamientos (o Diputaciones forales en la CAV). En el caso de los Ayuntamientos, la institución más cercana al ciudadano y ciudadana, en su ciudad, en su pueblo, el suyo y el mío, la que debería siempre «velar» por nuestros intereses y por el mayor bienestar, de los habitantes de esas ciudades y pueblos, ya sean grandes o pequeños. Vemos en ocasiones, a los gestores de esas grandes urbes, en los medios de comunicación, haciendo o diciendo, que han hecho, aquella u otra cosa (verdad o no) siempre claro por el bienestar común, y la sensación que les pueda quedar, a sus «gobernados» que esas medidas, tales o cual, les queden como muy lejanas, o sin cumplir directamente.

Otra cosa muy diferente puede ser, la gobernanza y gestión de esos pequeños municipios, donde los aspirantes a regir a sus con vecinos, se conozcan en su inmensa mayoría y no tengan tanta exposición mediática (aunque la tecnología acompañe) Ahí, en el pequeño municipio, las siglas de aquella u otra opción, siguen primando, pero igualmente también esta, la cercanía o las ideas, que nos puedan transmitir o sugerir, tales aspirantes. No olvidemos que, la palabra Ayuntamiento (de raíz latina) significa, «acción y efecto de reunirse» que mejor que con los más cercanos y cercanas. Confiemos en lo que tenemos cerca, visto lo visto, lo que sucede en las altas esferas.