Aitor Eiguren

Perdón por ser de cristal

Parece que ahora los jóvenes somos la «generación de cristal» por ser «demasiado frágiles», por «molestarnos por todo» y por «llorar»; así que aprovecho esta plataforma para pediros disculpas.

Pido perdón por quejarme si mis amigas ganan menos que mis amigos; por llorar ante la posibilidad de recibir una paliza al grito de «maricón»; por protestar porque me parezca mal que mis amigos racializados sufran discriminación; por salir a la calle al ver que cuatro de cada diez chavales no encontramos trabajo; o porque si lo encontramos no nos llega para un alquiler.

Si no acobardarse ante las injusticias es ser «frágil», si luchar por lo que uno cree es «molestarse por todo» y si querer una vida digna es ser un «llorón», entonces pido perdón, en nombre de toda mi generación, por ser «de cristal».

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