Aimar Arrieta

Pienso, luego existo

Nunca estuvo muerto, estaba descansando en una tumba en el Valle de los Caídos. El último año cuando se anunció la exhumación de «El Gran Dictador», se despertó como si se hubiera estado echando una siesta de unas 40 primaveras. Asimismo, en Andalucía, la extrema derecha tuvo más escaños en el Parlamento andaluz de los esperados, ni más ni menos que 12, unos 382.076 votos.

Las personas que votan a partidos como estos extremistas, lo hacen sin ton ni son. No saben a lo que votan, la gente no lee los programas electorales de ningún partido, solo se creen lo que ven en la televisión y con eso les da el sufragio a un bando o a otro. Ahora que vienen las elecciones, hay que dar la papeleta a la secta que represente tu ideología, no al que dicten vuestros creadores o al que sugieren vuestros compañeros, informarse es lo mejor en estas fechas tan señaladas, y si las neuronas son las mariposas del alma, habrá que usarlas.

Todo lo conseguido hasta ahora, todos los derechos por los que no habría que luchar ya que debería de ser un mundo libre, se irían al garete por la simple razón que, un partido político y alguna persona más antigua que la tana, quieren vivir en la prehistoria donde mandaban los hombres y las mujeres eran totalmente dependientes de la figura masculina. Hoy en día, tener esa doctrina está mal visto, y con razón, ya que la humanidad debería evolucionar y no involucionar.

Como dijo Antonio Machado, «En España de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa». Prefiero ser el que piensa al que embiste, y creo que mucha parte del pueblo tiene la misma intención a la mía, cogito ergo sum, hay que pensar antes de votar.

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