Enric Vivanco Fontquerni | Barcelona

Poblaciones flotantes

El mayor error de la Ilustración fue creer que por medio de la educación el género humano se perfeccionaría. Lo trágico es que todavía se sigue pensando en ello, cuando las evidencias históricas demuestran todo lo contrario. En Alemania de los años 1930, disponía del mejor sistema de enseñanza, con un nivel cultural y científico muy elevado. El problema empieza cuando la educación que es la tarea principal que tienen los padres con sus hijos, brilla por su ausencia. La educación moral, en nada tiene que ver ni con la intelectual, ni con la cultural. El ser humano, necesita unas pautas de comportamiento para relacionarse con sus semejantes. Se sabe de los abusos que deben soportar los pequeños, en manos de su entorno familiar y de las agresiones físicas y psicológicas que padecen; el porcentaje es muy alto, del 10 al 20% Todos estos acontecimientos provocan los actos delictivos y de vandalismo que la sociedad debe de soportar. La monarquía constitucional de Marruecos, ha ido evolucionado desde el siglo VIII. La obligación que tiene un estado es velar por sus ciudadanos, y no hacer la guerra encubierta, enviando a menores de edad, a la Comunidad Europea, que en muchos casos llevan años navegando en la delincuencia sin ningún freno de comportamiento civilizatorio. Con la antropología, se sabe que la clasificación por edades es muy variada en las diferentes culturas, cuando se puede engendrar, ya se es adulto en muchas de ellas. En la nuestra, el infantilismo llega pasada la jubilación, que se incrementa aún más. A lo largo de toda la historia de Europa, se sabe que la población flotante en todos los lugares ha creado problemas, y sigue creando. Según una estadística oficial: el 18% de los supuestos menores errantes, han cometido algún tipo de delito, y se considera como una mera anécdota. ¿Se imaginan ustedes una ciudad, en que el 18% de la población hubiese cometido algún tipo de delito en los dos últimos años? Sería peor que una guerra, peor, que vivir en Honduras, El Salvador, Guatemala, etc. Es el caldo de cultivo, que la extrema derecha vive a sus anchas, pero esto no quiere decir que el problema no exista. Judicializar e insultar a estos grupos tan incívicos como los delincuentes, el problema no se arregla. La subida de votos de estos partidos, es solo y exclusivamente por las poblaciones flotantes que circulan. Negar esto es ir directos al precipicio. La fraternidad, es un concepto cristiano, no es político. Es extraño que los progres no lo sepan, que son tan antirreligiosos, (lo del opio del pueblo). Si no se exige a los gobiernos de turno que cuiden de sus respectivas poblaciones, que es la principal obligación de cualquier estado, la guerra social está servida.

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