Pedro Mari Usandizaga Añorga | Ondarroa

Políticos demagogos que engañan a ignorantes

Es un hecho de la historia política, y la indiferencia se nota en la alta esfera. El hecho más destacado fue la decisión de EEUU de atacar Irak. Los tres mandatarios, Bush, Blair y Aznar, en compañía del anfitrión portugués Barroso, se reunían en las Azores para preparar la invasión de Irak y derrocar a Saddam Husein. Un evento que hacía oídos sordos a la comunidad internacional. Desde la negativa por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de realizar una intervención militar, hasta miles de manifestaciones en centenares de ciudades de todo el mundo con el lema "No a la guerra".

El Tribunal Supremo se ha metido en su propia burbuja, y no ha enfocado en la lógica, y mantiene la acusación de rebelión contra los líderes políticos del movimiento independentista catalán. El tipo penal de la rebelión requiere un «alzamiento violento y público”, lo sucedido en los meses de septiembre y octubre del 2017 no encaja, se mire como se mire, con un “alzamiento violento”. La acusación de rebelión resulta tan extravagante que incluso podría ser motivo de mofa si no fuera porque hay políticos encarcelados. El Tribunal Supremo es una de las instituciones más conservadoras del sistema constitucional español. Sus miembros son elegidos en ­muchas ocasiones en función de criterios políticos antes que por mérito y capacidad profesional. El Partido Popular ha controlado el Consejo General del Poder Judicial durante largos años y ha conseguido que el Supremo esté muy inclinado a la derecha. Nada les frena. Están dispuestos a deteriorar aún más la reputación democrática de España, pues el castigo por el desafío a la unidad de España parece estar para ellos por encima de cualquier otra consideración.

Salud y República.

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