Marcelo Alvarez

¡Por cojones! (pero depende con quién, claro)

Es el clásico ¡por cojones! un argumento fundamental e histórico ranciamente arraigado en el ADN de la «democracia» española al igual que ya lo estuvo en la dictadura (esta sí era sin comillas). Ese «argumento» colonialista y fascista donde los haya resuena hoy frente a los deseos de democracia real de la mayoria de la ciudadania catalana (el temible «poder votar», el subversivo «poder decidir») como antes lo hizo en toda America del Sur, en Filipinas, en Guinea, Fernando Poo y Sidi Ifni, en determinados lugares del norte de Africa, en la Isla Perejil... aunque ¡ojo! que semejante argumento (¡por cojones!) solo le sirve a la «democracia» española al igual que antes a la dictadura, para «argumentar» frente a quienes ve que tienen inferioridad de condiciones porque ahi esta Gibraltar que sigue en manos británicas y donde el «ardor patrio y guerrero español» no aparece como vemos por ningún lado lo que evidencia además su carácter cobarde y rastrero.

Porque digo yo: aprovechando que tienen a tantos patriotas a sueldo ya embarcados en esos «piolines» anclados en el puerto de Barcelona bien podian darles la orden de poner rumbo a Gibraltar a lavar esa «histórica afrenta» recuperando el Peñón y finiquitando con ese reducto colonial británico en la Peninsula. ¡Ah ya! Que va a ser que no... Que el ¡por cojones! solo funciona con los más debiles, con los desarmados, con los pequeños, con los pacificos... como el maltratador que no se atreve en su trabajo a discutir con el patrón y luego infla a ostias a la mujer y a los hijos por decir lo que piensan o porque sí... ¡por cojones!

Pues eso... que además de fascistas unos mierdas.

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