José Ramón Olarieta Alberdi

¿Por qué miente la COSCE?

La COSCE (Confederación de Sociedades Científicas de España) ha publicado un informe con el que quiere presionar para que las variedades de plantas obtenidas por las técnicas de edición genética (de las cuales, CRISPR/Cas es quizás la más famosa) puedan ser comercializadas sin ningún control.

En 2018 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) emitió una sentencia en la que aclaraba que las variedades obtenidas con esas técnicas deben someterse a una evaluación de riesgos previa a su liberación o comercialización. Pero es falsa la afirmación que hace el informe COSCE de que tal sentencia concluye que «es necesario revisar la normativa relacionada con las variedades obtenidas por edición genómica para que esta sea ‘clara, basada en la evidencia, aplicable, proporcionada, y lo suficientemente flexible como para hacer frente a los futuros avances en ciencia y tecnología en esta área’». Esa afirmación no aparece en ningún lugar en la sentencia.

También dice el informe que «no es posible obtener variedades mediante (las nuevas técnicas de edición genética) en Europa», lo que también es falso. Su pueden obtener, pero antes de su posible comercialización deben pasar el proceso de evaluación, eso es todo. Porque el informe, sin ninguna vergüenza, no menciona en ningún momento que la edición genética es una técnica incontrolada, y que los múltiples efectos no previstos que provoca en el genoma obligan a realizar esa evaluación de riesgos. Cuando un artículo científico lleva por título «CRISPR/Cas crea el caos cromosómico» es que la tecnología es un verdadero desastre.

Los «logros» de la edición genética que se presentan en el correo y en el informe en el mejor de los casos se encuentran todavía en el laboratorio. Y del laboratorio al campo hay un largo trecho. Las múltiples promesas de variedades maravillosas ya se hacían hace 25 años con la anterior generación de OMGs, y lo que queda actualmente de todas esas promesas es solo su incumplimiento.

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