¿Por qué? y ¿Para qué?
Nuestros hijos e hijas tienen la necesidad de encontrar el sentido a lo que hacen para estar motivados. De sentido común, ¿verdad?
El déficit de visión, pensamiento y causalidad matemática, científica e histórica que en ellos detectamos está relacionado con que, frecuentemente, desconocen ¿por qué? y ¿para qué? abordan determinadas materias.
Estas personitas que habitan el presente necesitan, también, encontrar el valor de todo lo que hacen, hallar respuestas a preguntas como: ¿Qué sentido tiene que haga operaciones matemáticas o que preste atención a tal o cual hecho histórico?
Y es que, cuando un ser humano encuentra sentido a lo que hace, se pone metas. Un niño o niña no solo se limitará a aprobar o a obtener una determinada calificación académica, para lo que está soportando una mayor o menor presión de su entorno, si no que en él o ella se despertará eso que se llama interés y curiosidad y se fijará metas, porque conocerá los «porqués» y «paraqués» de lo que hace. Debemos trabajar por desarrollar esa visión, pensamiento y causalidad.
Citando a Plutarco: «La mente no es una vasija por llenar, sino un fuego por encender».