Enric Vivanco Fontquerni

Prejuicios

Las dilaciones políticas vividas en Catalunya desde la Transición que intentaban amortiguar la voluntad de una parte importante de la población que se consideraba mayor de edad para poderse administrar directamente su sueldo y no a través de la gestoría de Madrid, en pocas semanas cristalizará en una realidad imprevisible, porque si hay algo en la construcción histórica es que los vaticinios suelen errar mientras haya voluntad de transformación. La paradoja más interesante ha sido la insistencia de la izquierda centralista que los burgueses de la vitola y de los bolsillos llenos de billetes, jamás llegarían al final y que no eran de fiar.

La historia es el espejo de lo vivido a lo largo del tiempo y si hay algo que se sabe es que la izquierda socialista y los comunistas transformados en un conglomerado desideologizado, sus abuelos se abrazaron a la Transición de forma fervorosa y que anteriormente delataron y dejaron a la cuneta a infinidad de militantes que apostaban por otra línea política. Los que esperan que en el último momento se sumen al proyecto republicano, pecan de ingenuos o de desconocimiento histórico. No harán otra cosa que lo que han hecho siempre, dejar en la estacada a los que quieren construir su legítima aspiración.

Atentamente,

Bilatu