Israel Escalante Mesón | Miembro de la dirección de Ezker Anitza-IU en Bizkaia

Quienes borran nuestro patrimonio industrial defienden ahora el turismo industrial

Nos encontramos en la semana del I Foro Internacional de Turismo Industrial de Euskadi que se celebra, no en el Museo de la Industria, sino en Portugalete.

La inauguración corre a cargo del alcalde de Portugalete, Mikel Torres, junto con el consejero de Turismo, Alfredo Retortillo, y la ministra de Industria, Reyes Maroto. Plantel copado por cargos socialistas, quienes pese a que el modelo de desarrollo económico basado en el turismo sea bandera del PNV, en el fondo, comparten modelo de desarrollo, igual que socialistas y nacionalistas han compartido durante años el modelo de destrucción patrimonial.

Retortillo, además de consejero, se postula como candidato por el PSE a recuperar la alcaldía de Barakaldo de manos de quienes han sido socios en modelo recaudatorio y presupuestos, y de quienes han compartido la forma de desmantelar la industria. Con el PSE vimos desaparecer todo AHV y Sefanitro, además de permitir degradarse hasta arder el cargadero de la Franco-Belga, del cual hoy tenemos sólo una reconstrucción. Con el PNV hemos visto el intento de desproteger dicho cargadero junto a los de Orconera y Sefanitro, la dejadez sobre elementos como el puente de Alzola o la batería de coque de Profusa.

Por su lado, la ministra Maroto finalmente ha cedido en la solicitud de los trabajadores de La Naval a que se reuniera con ellos, reunión en la que le trasladan sus necesidades y peticiones, entre las que destaca la solicitud de inversión pública. Una inversión pública que ha venido siendo rechazada por PNV, desde Gobierno Vasco, pero también desde el Gobierno Sánchez: otra ministra socialista, la de Trabajo, rechazaba la inversión pública desde una posición claramente neoliberal. Cuando mantener la industria y el empleo que genera te importa un pimiento, no hay problema en defender este tipo de planteamientos en beneficio de la patronal, ni en destruir todo vestigio de industria para que la gente pueda olvidar. Así ha sido en Euskadi, en Bizkaia y, en especial, en Barakaldo.

Indigna que se realicen este tipo de jornadas cuando, tras más de 35 años, seguimos sin tener un museo de la industria en un territorio que no se puede concebir sin este sector productivo. Seguimos a la espera de dicho museo, para el cual hay espacio como el pabellón de Orconera que, de hecho, siguen señalizado como Museo de la Técnica o de la Industria. Hay material de sobra que exponer, pero lo que no parece haber es voluntad política.

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