La situación que vive en la actualidad Europa, es la de un cuerpo en el que no hay ningún organismo sano. Si se consultan las revistas más imprescindibles de cultura y de pensamiento, que se publican en el continente, sean más proclives a la Comunidad Europea, o menos, todas llegan al consenso que la situación actual es insostenible, difieren como es lógico en la terapia a seguir. Si hay algo que el recorrido histórico demuestra, es que no existe una medicina que funcione igual en todas partes. La base podría ser una idea de Churchill, un imperialista tipo de finales del siglo XIX, que en plena guerra contra los alemanes, rechazó reducir el presupuesto de cultura, con un argumento sólido, en el que formula una pregunta: “¿Si no es por la cultura, por qué estamos en guerra?” Los que consideran que todos los que no están en su círculo vital de pensamiento, son pasto de la ignorancia, es uno de los errores mayúsculos de la izquierda. Otra base la proporciona el pensador Max Weber, menciona que un régimen es duradero, no porque esté defendido por la fuerza de (la policía y el ejército), y en el caso del Estado español, se podría extender por un sistema judicial, muy cuestionable, sino porque obtiene el reconocimiento del derecho moral a gobernar. Si se mira sin pasión, estos dos argumentos de pensadores de otros siglos, siguen vigentes. Catalunya, puede convertirse en una plataforma de regeneración a escala Europea, ya que tiene los suficientes mimbres para construir no una jaula, como en la actualidad una parte de la sociedad debe de soportar, sino una alfombra en que la ciudadanía se situe donde considere conveniente. En política las pasiones, que no hay que confundir con las emociones, ya que las emociones, son parte de la humanidad, como muy se sabe desde la neurociencia, las primeras son inútiles. Se ha demostrado que los dos partidos políticos soberanistas mayoritarios, han sido incapaces de cumplir con lo estipulado. La situación en la que se encuentran en la actualidad, son una autentica rémora para conseguir la soñada libertad de una parte de la población, en el que el 1de Octubre, demostró su capacidad de organización. Fue como la toma de la Bastilla, por medio de las urnas y de la voluntad pacifica de los ciudadanos. Se ha de formar una amplia plataforma, con unos nombres en el que todos tenemos presentes, que han demostrado su honestidad y compromiso, que no están pululando por los partidos claudicadores. La urgencia es inminente, solo falta que se formalice, y la ciudadanía les acompañará, no tengan duda.