Javier Orcajada del Castillo, Bilbo

Sánchez puede prepararse la huida

Los indicios son sombríos para el PSOE y particularmente para Sánchez. Que analice los resultados de los antaño prepotentes socialistas en Francia con Pompidou: se han convertido en insignificantes y lo que sucede a los galos nos viene a nosotros. En Inglaterra ya llevan arrastrándose desde que desembarcó Boris Johnson en los Comunes como un elefante y arrinconó a Jeremy Corbyn. La torpeza de los laboristas, la osadía y falta de escrúpulos de Boris y el desarme moral de los ingleses humillados en la UE provocó el incomprensible triunfo del Brexit que ahora se ha convertido en soga para ahorcarse Boris. Mientras, se emborracha en Downing Street y se salva de dimitir por los pelos. Confiaba que la guerra de Ucrania le salvara, pero en Inglaterra no se puede mentir y Boris es un inveterate liar. Sánchez se ha sabido arrimar al sol que más calienta en la UE y a base de servilismo a Bruselas, su cuidada imagen personal y la guerra de Putin le han dado protagonismo, codeándose con la élite de Europa. Pero no es consciente de que su situación es efímera, pues su gobierno está soportado por los separatistas, sus enemigos declarados que le pueden dejar caer. Va acumulando triunfos electorales en Madrid donde ha arrasado Ayuso; en Castilla y León el resbalón de PP que le ha obligado a incorporar a Vox al gobierno y ya ni el CIS que manipula Tezanos le da expectativas para las generales del 23. Tiene que ingeniárselas a pesar de que el PP con Feijóo siga embarrado en los tribunales, pero Vox no cesa de crecer. Es que le salen granos por todas partes: el CNI de la soberbia Margarita Robles espía a los nacionalistas y no es capaz de disculparse ante quienes tienen en su mano mantenerlo en la Moncloa y juega con la paciencia de los nacionalistas que le están dando una lección de gobernanza. Su audacia es suicida, pues ahora Marruecos es su nuevo «amigo» que le ha sacado los ojos y le dicta la política exterior, pues cambia el gas de Argelia por el Sahara de la RASD que tiene la simpatía y los votos de la mayoría de la población española. Sanchez, búsquese una eléctrica.

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