Joxe Agustin Arrieta y José Luis Elosua

Sanidad y personas mayores

El día 7 de abril celebramos el Día Mundial de la Salud, dedicado este año al personal de la enfermería. Mostramos nuestro reconocimiento público a la inmensa labor que está desarrollando este colectivo en la atención y cuidados de los afectados por Covid-19.

Este Día Mundial de la Salud queremos recordar a gestores y autoridades la importancia de invertir en un sistema de salud pública dotado de recursos humanos y materiales suficientes para dar respuesta de modo eficiente al derecho a la salud de la ciudadanía.

La inversión en sanidad en el Estado español ha decrecido los últimos años y hoy es inferior a la de los países de nuestro entorno; Alemania destina a gasto sanitario 5.986 euros por habitante, Francia 4.965 euros por habitante y España únicamente 3.323 euros por habitante.

En el escenario de pandemia actual afloran con fuerza las consecuencias de los recortes y privatizaciones: menor número de camas, menos personal sanitario, carencia de materiales (mascarillas, respiradores, tests…).

En estas circunstancias el colectivo más afectado es el de las personas mayores. La situación es llamativamente alarmante en numerosas residencias de mayores, tanto en el estado como en el País Vasco. Las imágenes que vemos a diario muestran lo lejos que están algunas residencias de los objetivos programados con relación a la atención, respeto a la dignidad y cuidado en el trato a los residentes (atención personalizada).

Queremos denunciar el falso dilema entre Sanidad y Economía, así como el debate sobre la conveniencia o no de atender a mayores en situación de emergencia. Es un atentado a los derechos humanos.

Es fundamental que una vez pasada la alarma sanitaria reivindiquemos con fuerza un sistema público de salud, de dependencia y de atención a persona mayores que asegure una atención digna para todos y para todas. Nos jugamos la salud y la vida.

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