Asier Fernández de Truchuelo Ortiz de Larrea

Seguridad de chapa y papel


"Vida eterna al emperador" (Tenno Heika Banzai)

Otro año que llega a su fin y toca hacer recuento. ¿Cuántos de los que celebraron su llegada no podrán despedirlo? La muerte es inherente a los seres vivos, es un hecho innegable, pero hay formas y formas de morir. Algunos dirán que el trabajo dignifica, que nos hará libres, "Arbeit macht frei" (inscripción a la entrada del campo de exterminio de Auschwitz). ¿Y la muerte?

Una vez más toca maquillar las estadísticas sobre los accidentes y muertes laborales. Igual que cuando se producen pérdidas o incluso cierre de empresas se achaca a los beneficios sociales de los trabajadores: parece ser que una mala gestión o la pérdida de competitividad por la falta de inversiones, la mala gestión de los recursos y del personal no tuvieran nada que ver.

Cada vez que, por desgracia, sucede un accidente laboral la acción inmediata consiste en una investigación, cuyo fin último es depurar responsabilidades. En definitiva buscar un «culpable».
Una vez identificado el «culpable», el «Kamikaze» que diría algún líder de la empresa. Se procede a realizar una «acción» de chapa y papel. Chapa por ser el elemento habitual con el que se aíslan las zonas de conflicto y papel por ser el lugar donde quedan recogidas todas las ideas, por muy peregrinas y absurdas que sean.

La seguridad no consiste en hacer un muro más alto, poner una chapa más gruesa cada vez que sucede un «incidente». Hablamos de la seguridad del paraguas, sólo nos acordamos de ella cuando sufrimos un percance.

Los trabajadores debemos ser críticos con este tipo de seguridad, ser los primeros en creer y defender una seguridad proactiva. El empresario, con la colaboración de todos, debería identificar y subsanar los posibles fallos antes de que se produzcan. Seguridad, salud, higiene, medidas antiestrés, ergonomía, conciliación familiar... todos estos factores influyen en el estado físico y anímico del trabajador. Un «colaborador» feliz rinde más y mejor.

El grupo industrial, debería ser el mayor interesado en promocionar la salud laboral y la prevención de riesgos, incluso más allá de lo que dicta la ley. No debemos conformarnos con cumplir la normativa en cuanto a seguridad y uso de equipos de protección individual. La seguridad debería convertirse en una filosofía en la cual nos implicásemos, promocionando la salud y el bienestar de todos los colaboradores. Para ello hay que creer en el proyecto, no verlo como un trámite o una carga.

Nos toca despedir este 2017, esperemos saludar felices y sanos el 2018.

Bilatu