Germán Gorraiz López

Sobre la Banca

Tradicionalmente, la finalidad de la banca era canalizar el ahorro privado hacia la inversión, pero dada la ausencia de cultura de ahorro doméstico y público, ha originado que el proveedor de recursos para dinamizar la economía en forma de inversiones se haya trasmutado en un parásito hematófago que succiona todas las ubres del Estado para saciar el apetito insaciable de sus accionistas y altos cargos directivos. La casta dirigente bancaria se habría transmutado así en una camarilla de poder (equivalente a un miniestado dentro del Estado), que utilizaría el nepotismo para perpetuarse en el poder con carácter vitalicio, recurriendo a los llamados «contratos blindados» para asegurarse un retiro dorado.

Además, según la agencia EFE, la gran Banca española multiplicó por cuatro sus beneficios en el 2013 (Santander, BBVA, CaixaBank, Popular y Sabadell obtuvieron en 2013 un beneficio neto de 7.674 millones €), mientras la economía caía un 1,2%, se destruían 198.000 empleos y se reducían drásticamente los presupuestos de las Cajas para obras sociales, (un 60% menos desde el 2008). De todo ello, se deduce que la Banca se habría convertido en un parásito hematófago (chinche doméstico), organismos chupópteros que no viven permanentemente sobre su hospedador o víctima sino que sólo se acercan a él para alimentarse y tras succionar hasta la última gota de sangre los abandonan exangües y desahuciados.

Así, según el FROB, cerca de 167.000 afectados por la venta irregular de preferentes de Bankia, NCG Banco o Catalunya Banc no podrán recuperar ni tan siquiera un pequeño porcentaje de su inversión al tiempo que se producirían 220 desahucios diarios).

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