Iñaki Ibarra

Sobre la jornada laboral

Señora Díaz:

Le escribo para comunicarle que, «Mercedes» no me deja ver a mi familia.

Trabajo en esa multinacional de capital alemán ubicada en el País Vasco, dedicada a la automoción, en turnos de mañana y tarde de 9 horas: de 06:00 a 15:00 de lunes a viernes, incluidos los sábados de 06:00 a 14:00; y de 15:00 a 00:00 de lunes a viernes, en horario de tarde. En total trabajo 53 horas a la semana si voy de mañana; y 45 horas si voy de tarde. A ese tiempo invertido en fabricar vehículos, súmele usted el tiempo de desplazamiento. Soy de los pocos «afortunados» que no se traslada desde otra ciudad.

Como puede comprobar, la suma queda lejos del planteamiento que usted propone de trabajar 35 horas a la semana. Además, este nuevo horario, que se aplicó en abril y que hace imposible la conciliación familiar, ni la vida personal, se instauró con el beneplácito de quienes dicen defender los derechos de las personas trabajadoras, dícese sindicatos, y tras no renovar el contrato acerca de 300 eventuales.

Habrá quien piense que estos horarios son de pleno siglo XXI, que fomentan la producción, que hacen sentirse válido a quien trabaja... Déjeme contarle que es un horario esclavo. No, nadie nos fustiga ni nos da con el látigo, pero dígame quién puede soportar ese ritmo de trabajo y horario inhumano. Trabajar ese número de horas no nos da ninguna recompensa ni en modo de horas extra, no contempladas en el calendario laboral, ni en modo de días de vacaciones. Pero, tampoco es esa la cuestión, no lo compensa. Además, nunca podemos decidir cuándo disfrutar de ese exceso de horas, ni planificar vacaciones porque estamos a su merced, con un calendario laboral sujeto a disponibilidad absoluta por parte de quien trabaja e inflexibilidad por parte de la empresa. Queremos poder trabajar para vivir, y no vivir para trabajar.

Espero que desde su tribuna en el Congreso, y su sillón en Moncloa, comprenda la realidad de quien se mancha las manos a diario en la cadena de producción y poco más puede hacer porque le consume su horario laboral. Le ruego denuncie este tipo de jornadas y ponga en marcha las medidas anunciadas.

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