Enric Vivanco Fontquerni | Barcelona

Tinglados europeos

El nivel de exigencia de la población del conteniente con respecto a la política en general y con respecto al comportamiento de las instituciones represivas en particular, incluidas las togas de los tribunales que pululan por Europa, es un lastre que impide que se pueda avanzar hacia una sociedad justa y decente. Vivimos en la indignidad permanente. Porque los nombres no hacen las cosas. El vacío de contenido de estas instituciones que se alimentan de unos políticos electos que tienen licencia para hacer lo que les venga en gana, con unos discursos en los que la verdad ha muerto y se ha enterrado hace decenios.

Exactamente igual que las siglas de un partido que se llama republicano y danza como un mevleví para marear a los espectadores, pero siguen pisando el mismo espacio con las políticas seguidistas de cualquier monarquía bananera. El nivel es tan bajo hay tanta dejadez por parte de la población que con una mosca volando ya se despista, como está sucediendo con la nueva enfermedad que los políticos están explotando de forma mezquina para borrar de contenido cualquier atisbo de democracia.

Considerar un éxito, un pitorreo de multa, que cualquiera de ellos en una noche se lo pule en cualquier actividad viciosa, tan proclive de estos empleados, como un accidente debido a una imprudencia, que cualquiera que haya tenido un accidente de tráfico, sin tener la menor secuela, se le indemniza con una cantidad mucho mayor. Es una insolencia más de estas instituciones que lo único que les preocupa es mantener este tinglado mafioso y corrupto de la CE para que la economía y la paz social sea idéntica a cualquier campo de concentración. Necesitan de los represores, ya que toda esta porquería duraría horas, y ellos lo saben. Lola Villabriga, una heroína más que no se conforma ante toda esta injusticia estructural, alimentada con los tocomochos de las votaciones en la que se escudan todos estos bribones. En los tiempos actuales por desgracia, solo se mantiene el fuego sagrado, gracias a estas mujeres valientes, jóvenes y hermosas. Va siendo hora que el fuego depure toda esta podredumbre estructural de la CE, con su edificio inútil, que solo ofrece buenos sueldos, a miles de farsantes.

Atentamente,

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