Manu Ballesteros

Todos los ultras, la misma porquería son

Ser un fanático ultranacionalista y estar todo el puñetero día remarcando el lugar de donde has nacido es como llevarte la alegría de tu vida por los dos orificios que tienes encima de la boca con los que puedes respirar... ¡una estupidez supina! Ambas dos cosas no tienen ningún valor, vienen «de fábrica», y ese radical entusiasmo solo sería razonable por algo conseguido por constancia y esfuerzo y no por el demérito del azar.

Pero bueno... esos partidos basura que priorizan esta cuestión (que no deberían tener cabida en una sociedad decente) se nutren de estupideces, majaderías y maldades, que son jaleadas por la ciudadanía con menos luces y más complejos de la sociedad.

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