Al que se le han dado un lápiz y ha puesto todo perdido. Pero hay algo difícil de entender, pues tiene que haber alguien o algo superior y oculto que decide, ordena y autoriza tanta barbarie que supone un riesgo desproporcionado, con capacidad para dar órdenes y destituir a Trump si conviene, pues ha incurrido en tantos errores, delitos y ha incumplido tantos compromisos, que puede ser fulminado por otro disparo más certero en la oreja. Seguramente es alguien que frecuenta Israel y no es Netanyahu. Porque jugar con los aranceles es un riesgo excesivo como para dejarlo al albedrío de un atolondrado que puede disparar en un eventual ataque de cordura y hacer retroceder al mundo a la edad media. Un excéntrico satisfecho de su ignorancia no puede estar suelto con un lanzallamas y un boli en las manos para firmar decretos, aunque tenga armamento nuclear. Porque aun no es consciente de que a China no le puede dar órdenes un narcisista condenado por intento de golpe de Estado y por pagar con fondos públicos sus devaneos sexuales. Se cree un personaje de Star Wars rodeado de pelotas multimillonarios, mientras el buque se hunde al son de "Stars & Stripes" por los abusos de la tropa yanqui imponiendo la democracia a palos. Todavía está por ver cómo finalizan las aventuras con Netanyahu y Ucrania y si impondrá aranceles a Noruega por negarle el Nobel de la Paz. Como ha hecho con Corina Machado para derrocar a Maduro y quedarse con el petróleo de Venezuela, después de bombardear sus r barcos acusándolos de narcotraficantes sin pruebas, un acto de piratería.