Lurdes Gartzia, Garazi Otegi y Elena Guinea

Últimamente mucho se está publicando sobre la calle Ikatz de la Parte Vieja donostiarra

En uno de los escritos más recientes, un grupo de vecinos y vecinas, basa sus argumentos en declaraciones que se alejan bastante de la verdad.

Es por ello por lo que nos vemos obligados a puntualizar ciertos aspectos:

No es cierto que nuestros establecimientos incumplan el horario de cierre marcado por el ayuntamiento.

De la misma manera, respetamos los horarios de terraza, así como de cierre de puertas y ventanas de nuestros locales.

Respecto a la alusión a roturas de patrimonio, insultos, agresiones… somos los primeros que actuamos de inmediato ante cualquiera de estas actitudes y creemos sinceramente que se producen ocasionalmente.

Ante cualquier tipo de agresión machista, sexista... consensuamos un protocolo particular, entre todos los bares de la calle, y coordinado con los movimientos feministas de Donostialdea.

Así mismo, ante los problemas que se puedan originar a la vecindad, tomamos medidas conjuntas de sensibilizar a la clientela, y en ocasiones, hacemos labores pedagógicas y disuasorias más propias de otros servicios municipales que de nuestra actividad concreta de camareros (desfases, altavoces en la calle...).

¡Cuántos padres nos hablan de que están tranquilos porque su hija o hijo tienen socialización en la calle Ikatz y saben que es un espacio muy libre y seguro para ellos!

Respecto a la reconversión de Alde Zaharra que menciona este grupo de vecinos, estamos totalmente de acuerdo, pero no es de justicia que precisamente en esta, una de las pocas calles de todo el barrio donde no nos sentimos extranjeros y todavía se respira un resquicio de identidad y autenticidad, se nos equipare con esas empresas que ven el barrio como una fuente de inversión y negocio turístico. Es precisamente por nuestra tolerancia cero al turismo invasivo y desfasado, por lo que aún se conserva la autenticidad característica de la Ikatz.

La mayoría llevamos más de 20 años trabajando en esta calle, muchos de nosotros somos vecinos del barrio e incluso de esta misma calle. Participamos activamente en las distintas actividades programadas en el barrio, siempre con el fin de fomentar nuestra identidad y nuestra cultura. Los nuestros son negocios sencillos y familiares.

Por otra parte, vecinos del barrio y en particular de Ikatz kalea, nos han mostrado su solidaridad compartiendo el contenido de este escrito.

Besterik gabe, esperamos que con el esfuerzo de todos se alivie en gran medida el derecho de toda persona al descanso, así como a la necesidad de diversión y socialización.

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