Javier Oskotz

«Un general Franco necesitamos para ocuparse de gente como usted»

Señor director. El miércoles ocurrió algo en citas del Ambulatorio de Galdakao que lo tengo que contar y le agradecería que lo publicara.

Fui a coger cita para hacer una placa y cuando me estaban atendiendo oí como gritaban de una forma exagerada «¡La mascarilla! ¡La mascarilla!», «¡Oiga, la mascarilla!». La señorita que me atendía me dijo: «si no se pone la mascarilla no le doy cita». La verdad es que me sentí tan mal que a la gritona le dije que me tratara con educación diciéndome, por ejemplo, «oiga, señor, póngase la mascarilla». Del interior salió otra señorita gritando «¡márchese!», pero lo realmente tremendo fue un señor que salió de algún despacho y en posición de firmes y señalando con el dedo, como Colón, hacia la puerta, gritara con todas sus fuerzas «¡Fuera! ¡Fuera!». Yo le contesté: «pero como se atreve usted a tratarme de esa manera, ¿dónde cree que está, en un cuartel del general Franco?». La respuesta de este individuo fue tremenda: «un general Franco necesitamos para ocuparse de gente como usted». Yo, que soy nieto de un republicano fusilado, jamás imagine que me podría pasar lo mismo por no llevar mascarilla.

Gracias.

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