Algo se debe estar «revolviendo» en la memoria de ilustres (algunos quizás anónimos) represaliados, fusilados o exiliados, durante la Guerra Civil española, que lo fueron solamente por defender o combatir unos ideales y libertades, frente a la intolerancia y el fascismo. Y digo que se estarán «revolviendo» allá donde reposen, algunos de los que nada se sabe y otros tantos aun sabiendo donde reposan, si pudieran ahora haber escuchado las palabras que el Sr. Moreno Bonilla  flamante presidente de la Junta de Andalucia) les dedico en su discurso de investidura. Se permitió a aludir nada menos que, al poeta Blas de Infante (considerado el padre de la patria andaluza) a García Lorca llorado como pocos y arrojados a fosas comunes, aún sin aparecer. A escritores como Machado, María Zambrano, Alberti o el Nobel Juan Ramón Jiménez. Que huyeron espantados porque en su país, se imponía ya una férrea dictadura. No deja de ser una burla «infame» que se aluda a todos estos grandes referentes de la democracia y que lucharon porque así sería, que se pretenda gobernar, pactar o definitiva de necesitar los votos y los apoyos, de los «herederos» directos de aquellos que fusilaron, represaliaron y coartaron las ideas de todos estos «ilustres» y tantos y tantos anónimos, repito una burla «infame».