Angel Irigoras, Zegama

Víctimas, gudaris…

Estos días se cumplen 85 años de las ejecuciones de los vecinos de Zegama Eugenio Etxeberria, Zelestino Azurmendi y Gregorio Sarasola. El 22 de setiembre de 1936 Eugenio Etxeberria fue muerto en Tolosa, el 23 Zelestino Azurmendi, en Urretxu y el 24 Gregorio Sarasola, en Ormaiztegi. Asimismo, el 4 de abril de 1937, el gudari Gregorio Arizkorreta fue muerto en el frente de Otxandiano; el 25 de octubre de 1944, Sánchez Cordero, el maquis, fue muerto a tiros en el monte Aratz y enterrado en Zegama. 85 años después, no han sido reconocidos oficialmente como víctimas por el Ayuntamiento de Zegama a pesar de haber sido reconocidos u homenajeados como tales en los Ayuntamientos de Legazpia, Tolosa o Olazagutía. También están reconocidas por el Gobierno Vasco, el Gobierno de Navarra, Gogora, Euskal Memoria, Aranzadi... El año que viene está previsto que la Sociedad de Ciencias Aranzadi, tras analizar las consecuencias del golpe de estado de 1936 en Zegama, lo publique en un libro. Los familiares tenemos la esperanza de que el año que viene, 86 años después, el Ayuntamiento acepte que lo que les hemos presentado y solicitado varias veces, esto es, que es cierto que nuestros familiares y ciudadanos también son víctimas. Tenemos la esperanza que no podrán ocultar lo que no nos han aceptado en estos largos años; que nuestros familiares también fueron víctimas, gudaris..., aunque el reconocimiento que algunos de ellos han conseguido retrasar 86 años ya será tarde para algunos familiares, porque ya no están entre nosotros. Mientras tanto, en el camino de la memoria, la verdad es el objetivo, todos los derechos tienen que ser iguales para todas las víctimas. ¡Agur eta ohore, los familiares y ciudadanos no os olvidamos!

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